A la hora del sol
Viví cinco semanas en Cuba. Caminé y canté las primeras ocho palabras de la canción Ámbar violeta de Fito Páez sin recordar más que su melodía y esas ocho primeras palabras.
Rayos de sol a la hora del sol.
Vivo en Cuba y me siento mal.
¡Rayos de sol!
No me escondí, no del sol, no había manera, todo el tiempo en mi cabeza.
¡Hace tanto calor!
Camino el malecón de un lado a otro, de Vedado a La Habana Vieja, de La Habana Vieja a Vedado, todos los días, dos veces al día.
Todos los días.
Miro agua, mar, una línea.
El horizonte.
Una marcha constante de cinco semanas.
Camino en la isla.
Viví cuatro semanas en La Habana y una semana en Sancti Spíritus, ciudad ubicada en el centro de la isla. En el medio.
Antes de las cinco de la mañana, todas las mañanas en Sancti Spíritus gritan los chanchos en la casa de al lado. Casa que posee la única balanza de la ciudad. No hay otra.
Muero de miedo.
Cuatro días nos lleva tener las bicicletas listas.
Cuatro días y todos con ruedas. Todas con aire.
Viento en la cara.
Avanzar de noche donde la victoria es posible.
Todas las victorias en todas las casas con todas las puertas, puertas abiertas.
Viento en la cara.
La familia mira la televisión. Su fulgor.
Todas las familias en todas las casas con todas las puertas, puertas abiertas.
El mismo canal.
Viento en la cara.
Vuelvo a La Habana.
Leo cinco libros. Dos veces. Y el Granma. Se juega el mundial de fútbol. Vemos televisión. Una y otra vez los mismos partidos. Un discurso de Fidel. Una y otra vez.
No freno. Camino. Marcho. No avanzo.
Viento en la cara
Leo anuncios en la calle.
La victoria fue, es y será siempre nuestra. Fieles a tu coraje y a tus ideas. Será inmortal quien merezca serlo. Fieles a nuestra historia. Unidos venceremos. Te seré fiel. Las ideas vencerán. Aquí estoy yo. Venceremos. Cada vez más eficientes. Servir es mi mejor manera de hablar. Hasta la victoria siempre. En cada barrio revolución. Vigilantes y combativos. La mano ejecuta lo que el corazón manda. Más fácil será dejar de respirar que dejar de ser fiel a su confianza. Ver después no vale, lo que vale es ver antes y estar preparado. No hay obra imposible, sino hombres incapaces. Patria o muerte. Vamos bien. Abajo la tiranía. ESTUDIO TRABAJO FUSIL. Si hay comida para el pueblo no importan los riesgos. Un mundo es posible. La historia nos absolverá. Siempre un paso más. Seguiremos en combate. Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla. Condenados por ser dignos. El partido es la continuidad histórica de la revolución. En cada cuadra revolución. Los hombres mueren, el partido es inmortal. Multiplicado entre nosotros. Es de jóvenes triunfar. Revolución es solidaridad y heroísmo. Siempre vigilante. No defraudemos al comandante en jefe. Unidos en una sola causa bajo una sola bandera.
¡Y qué calor!
En esa isla, ¡qué calor!
Caminé y leí paredes, autos, puertas, edificios, carteles, pisos, banderas.
Palmeras.
Si un coco se cae en tu cabeza te morís. Hay un montón de palmeras.
Rayos de sol.
A book a day keeps reality away!
Letras blancas en una remera negra. La remera de un hombre en un bar de La Habana. Sigo en Cuba.
-Ya tú sabes, en la lucha.
-Hola, ¿Cómo estás?
-Ya tú sabes, en la lucha.
Una fiesta, un avión. Ron y rayos del sol.